La vida de mis padres... Como un matrimonio normal... Bueno corrijo... Como un matrimonio normal de aquellos tiempos me imagino, porque hoy en día...
Nunca los vi discutir ni faltarse el respeto... Se adoraban... Siempre se saludaban o despedían con un beso... Cosa que me acostumbraron a mí y que nosotros estamos enseñando a Ángela y Anibal. Creo que es una muy buena costumbre, pero no solo de niños sino para toda la vida, el contacto físico, el afecto, el cariño, el respeto... Es lo que realmente tiene unida a una familia... Aunque ahora en la mía es difícil de tener... Porque tenemos tres perros Alai, Jai y Thor y un gato Woody y no sé porque, puede que sea por celos, en cuanto papa entra en casa, se ponen a ladrar como locos y no dejan ni que me toque para besarme y ángela y Anibal lo mismo se pone en medio y nos separa, y dice no, no... Es súper gracioso, aunque no se al final vamos a acabar divorciándonos...
Papa se levantaba tarde... Desayunaba tranquilamente... Recuerdo su gran tazón de leche con un montón de galletas... Luego bajaba a la fábrica, creo que para él era más bien un hobby...
La que realmente curraba era mi madre... Se levantaba pronto, hacia la comida, limpiaba, llevaba la fábrica, en cuanto a números, y en cuanto a controlar a los empleados... Le cuidaba a él, a mí, y con nosotros vivía también el tío Aurelio, hermano de su madre, era un poco bebedor y algún que otro dolor de cabeza la dio...
Papa comía, un ratito de siesta y al bar con los amigotes a jugar la partida de cartas...
Luego cuando bajaba el calor, se bajaba a su gran pasión, su huerto... Lo tenía impecable, súper bonito, colorido, ordenado... Tenía de todo, zanahorias, cebollas, puerros, lechugas, tomates, espárragos blancos, judías... Una gran cantidad de árboles frutales... Creo que mama no tenía que hacer prácticamente compra de ese tipo...
Todas las comidas las hacíamos juntos, otra buenísima costumbre de ellos, y por la noche yo me quedaba dormida en el sofá y mama después me llevaba " a tutas" es como lo decía yo, sobre la espalda, primero al baño y después a la cama.
Recuerdo un día que me hice cacas y pises en la cama, no se me olvidara el miedo que tenía, me escondí debajo de la cama y temía el momento en que mama entrara en mi habitación... Pero ella entro y me saco delicadamente, diciéndome que no pasaba nada, que a cualquiera le podía pasar.... Casi igual que en Bogotá... Una vez me hice pis y además de una buena azotaina que me dieron, me castigaron a dormir en el suelo detrás de la puerta durante varios días, que frío y que sensación más triste pase...
Llegue en verano, mis padres me llevaron de compras al corte inglés, porque no tenía nada, a mi todo me parecía maravilloso, todo me asombraba y me gustaba, como nunca había visto nada, para mí todo era nuevo, volví a casa con mucha ropa nueva y...
Un paraguas, un chubasquero, unas botas de goma azules y una silla de playa, que potaje no? Pues me contó mi mama que de todo lo que había, eso fue lo que más me llamo la atención...
Me ponía todas las tardes con cuarenta grados en el salón a ver la tv sentada en la silla de playa, con mi chubasquero, mis botas y mi paraguas abierto... Toda contenta...
Mis programas favoritos, la bola de cristal, barrio sésamo, y mi maravillosa serie VERANO AZUL... He visto esa serie mil veces, llegue hasta a comprarla en cintas de video, cuando existían... Que vieja soy... Mi marido me las tiro hace dos años... Como ya no tenemos video... Estas tecnologías como avanzan...
Teníamos dos perros, la Pulgui, una perrita ratonera, chiquitina, negra, muy dulce y Bambi, un pastor alemán, los adoraba, mi mama me mandaba todos los días a darles las sobras para comer, un día observo que tardaba más de la cuenta... Así que decidió observarme a ver cuál era el motivo de mi tardanza.
Vivíamos en una casa de dos plantas con jardín, así que mama se asomó a una ventana de la partes de arriba y...
Yo bajaba con el plato de comida, miraba a todos lados para ver que nadie me veía, y me iba a la parte de atrás de la casa, me sentaba en suelo y me comía el plato entero, mama decía que hasta los huesos los roía con las muelas como los perritos... Se quedó asombradísima porque yo comía muchísimo, hasta que no podía más, entonces no se explicaba la razón de por qué lo hacía...
Espero el momento adecuado y uno de los días que subía con el plato vacío, me sentó en sus piernas, y me explico con su delicadeza de siempre, que no hacía falta que hiciera eso, que si yo quería comer más, lo dijera, que ya no estaba en Bogotá, que no tenía ninguna necesidad de robar ni de comer a escondidas.
Cuando llegue de Bogotá, con seis años pesaba doce kg, mama me decía que tenía una tripa muy grande, como hinchada, era del raquitismo que tenía, pero en pocos meses, gracias al menú de mama, recupere peso rapidísimo, además de que me ponían unas inyecciones en el culete, que dolían un montón, me pasaba varios días cojeando, también me daban unas vitaminas que venían en ampollas, la caja era blanca y azul ¡¡¡QUE OLOR!!! ¡¡¡QUE SABOR!!! Eso no había quien lo tragara, y por último de postre comí un montón de hígado, aggggggggg ahora no puedo ni verlo, se lo cocino a mi marido pero yo ni lo huelo...
Mis primeros reyes no se me olvidaran en la vida, que ilusión, que ingenuo puede un niño llegar a ser...
Aquella noche me fui prontísimo a la cama, me habían explicado que cuanto antes me fuera a la cama antes vendrían.... Así que me ayudaron a preparar una bandeja de turrón y dulces, con una botella de champan, para los reyes y un cubo lleno de agua que dejamos en el balcón para los camellos...
Lo más impresionante fue que cuando me levante por la mañana los reyes habían comido un montón, las copas estaban usadas por sus majestades los reyes y el cubo, vacío no había ni una gota de agua, pobres camellos, estaban sedientos...
Me habían explicado durante bastante tiempo que si era buena los reyes me traerían muchas cosas, así que... Yo había sido la mejor del pueblo, porque había tantísimos regalos que no podía ni creérmelo, luego me sentía mal porque por haber sido tan buena los demás no tendrían regalos, pero mama me explico que los reyes tenían regalos para todos.
Lo que más ilusión me hizo y lo que nunca se me ha olvidado fueron tres naranjas con las caras de los tres reyes, que me hizo mama, jo que imaginación.
Y por último contar que con las cajas de los regalos estuve jugando un montón de tiempo, dice mama que casi hacia más caso a las cajas que a los regalos, a veces con las cosas más sencillas se puede ilusionar a un niño, recuerdo las baldas del armario de mi habitación llenas con las cajas, mama tuvo que ir tirándolas a escondidas poco a poco porque yo no quería tirarlas...
Otra cosa que me gustaba mucho era hacer albóndigas en el jardín, que divertido, con tierra y agua se hacía una masa espesa y luego a hacer bolitas, mama se ponía muy contenta cada vez que las hacia... Además de no tener que hacer comida ese día, cuando subía a casa siempre tenía que bañarme entera porque parecía un conguito.
Otro detalle curioso de cómo puede ser el ser humano en unas situaciones y en otras...
En Bogotá me moría de hambre y me tenía que buscar la vida para comer y ya estando en España...
Mi madre se desvivía porque comiera bien, me hacia todos los días unos maravillosos bocadillos para merendar, pero el día que tocaba bocadillo de JAMÓN SERRANO, ufffffffff que horror, lo odiaba, yo lo llamaba carne cruda, y jo no me gustaba nada, así que ese día los perros se daban un festín de SOLO JAMÓN porque el pan me lo comía yo...