PAPAAAAA LOS MÓVILES NO BUCEAN!!!

Un día cualquiera de Julio... En una ciudad cualquiera de España... Un hombre cualquiera... Atractivo... Con una larga melena rubia que le caía por los hombros... 130 kg de peso, kilo arriba kilo abajo... De repente noto como tenía la necesidad de hacer pi pi. Sin pensarlo, entro en el primer bar que se encontró, pidió un café y se dirigió hacia la puerta del baño, la empujo y se introdujo dentro.

Cuando iba a empezar a miccionar, le sonó el MÓVIL, lo sacó del bolsillo del pantalón y contesto. Era su bella amada, para preguntarle que le apetecía para comer.

Después de su larga conversación... Fue a meter el MÓVIL de nuevo en el bolsillo del pantalón y se lo pensó mejor y no lo hizo por si por casualidad se pudiera caer al inodoro. Lo sujeto con una mano y empezó la hazaña que había ido a hacer, el líquido amarillento y calentito empezó a caer correctamente sin derramar ni una gota fuera (muy bien). De lo bien que se encontraba ni se dio cuenta que fue cerrando poco a poco los ojos... Relajado...

De repente se escuchó un tremendísimo golpe en la puerta, era un cliente protestando por la tardanza del chico de la larga melena.

Del susto salto y abrió la mano sin darse cuenta que tenía el MÓVIL, con tan mala suerte que el susodicho cayó dentro del inodoro. Impotente, sin decir nada, y sin pensárselo 2 veces, introdujo la mano en el inodoro y saco el MÓVIL, casi sin mirar, lo limpio como pudo y lo metió en el bolsillo de la chaqueta.

Salió del baño con la cabeza bien alta como si no hubiera pasado nada, se bebió el café de un sorbo, pago y salió del bar. Ya en la calle y asegurándose que nadie le miraba saco el MÓVIL, lo reviso, y como se imaginaba el MÓVIL había muerto.

Se acordó que había leído no sabía dónde que si lo metía en arroz, este absorbería toda la humedad. Apresuradamente busco un supermercado y compro un kilo de arroz SOS (Pensando que si compraba una buena marca absorbería mejor la humedad).

Introdujo el MÓVIL en el paquete y respiro resignado con algo de esperanza. Se metió en el coche de trabajo y empezó a conducir sin soltar la bolsa de arroz, sonó el MÓVIL del trabajo, (No el personal porque estaba lleno de pipí) tenía que dirigirse a su puesto de trabajo, cuando un viandante despistado cruzo la carretera sin mirar, tuvo que dar un grandísimo frenazo y del susto abrió la mano y el arroz salió despedido hacia el cristal delantero derramando todo el contenido. Como aparecía ahora en el trabajo? Y como explicaba porque demonios estaba el coche que parecía una paella?

Se dirigió a la gasolinera más próxima y limpio el coche minuciosamente.

Como os imagináis esto le paso un día cualquiera a mi marido. Y no se me apetecía recordarlo. Al llegar a casa, de nuevo con un kilo de arroz SOS (Importante recordar la marca) me contó su grande historia, y pensé... Si me hubiera pasado eso a mí la que se hubiera liado, madre mía.

En conclusión el MÓVIL estuvo metido durante una semana en el arroz en diferentes partes de la casa, la cocina, el baño el salón. (Como si cambiara algo) pero el MÓVIL no funcionaba.

Su segundo plan fue ponerlo encima de la calefacción a ver si con el calor resucitaba pero na de na.

No se habló más del tema. Esta mañana encontré el MÓVIL en un cajón solo, desamparado. Pobreeeeeeee.

Conclusiones:

Los MÓVILES no nadan.

Los MÓVILES no bucean.

Los MÓVILES no soportan el agua.

Los MÓVILES no sobreviven a ningún naufragio y por ultimo:

Los MARIDOS también las lían pardas.